UNICEF alerta que niños cubanos sufren pobreza alimentaria grave

El 9% de los niños cubanos padecen de “pobreza alimentaria grave”, según un reciente Informe sobre Nutrición Infantil publicado el 5 de junio de 2024 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

De acuerdo con el documento público, dentro de esta categoría en la que fue clasificada la infancia en Cuba, cuatro de cada cinco niños consumen únicamente leche materna, productos lácteos y alimentos básicos ricos en almidón como arroz, maíz o trigo.

Mientras tanto, menos del 10% de los infantes afectados tiene acceso a una dieta con frutas y verduras, y menos del 5% come proteínas animales como huevos, carne, aves y pescado.

En ese sentido, el informe revela que los menores cubanos solo tienen acceso a dos de los ocho alimentos esenciales para una dieta saludable, poniendo en evidencia una crisis alimentaria preocupante en la Isla.

UNICEF señala que la pobreza alimentaria infantil grave en Cuba se debe a entornos alimentarios precarios, malas prácticas alimentarias y pobreza de ingresos en los hogares. Estos factores se han exacerbado en la sociedad cubana en los últimos años, reflejando crecientes desigualdades bajo el régimen socialista.

La pobreza de ingresos impide a las familias proporcionar una alimentación nutritiva y variada a sus hijos, y los sistemas sanitarios no ofrecen los servicios esenciales de nutrición necesarios.

No obstante, UNICEF considera que ese porcentaje de 9% de todos los niños cubanos con “pobreza alimentaria grave” entra en la categoría de “bajo”, pues la situación más complicada la tienen países donde el porcentaje supera el 30% como en Haití y buena parte de las naciones africanas.

En el caso de América Latina, la pobreza alimentaria infantil grave afecta al 28% de los niños, por lo cual se considera un nivel “moderado” al igual que en relación con el mundo, donde se ubica en un 25%. Somalia es el país con mayor incidencia, alcanzando un 63%.

Ante esta alarmante situación, UNICEF insta a los gobiernos, incluido el régimen cubano, a garantizar marcos políticos y normativos que aborden las causas de la pobreza alimentaria infantil y a evitar conflictos de intereses, especialmente con la industria de alimentos y bebidas.

La crisis económica en Cuba se ha intensificado en los últimos años, afectando gravemente la vida cotidiana de sus ciudadanos. Esta situación se manifiesta en la falta de alimentos, una inflación galopante y el hambre que sufren muchas familias en la Isla.

La escasez de alimentos es uno de los problemas más acuciantes. Los cubanos enfrentan largas colas para adquirir productos básicos, y a menudo se encuentran con estanterías vacías en los mercados. La producción agrícola nacional ha disminuido, y las importaciones se han reducido debido a la falta de divisas

Los precios de los productos básicos han aumentado drásticamente, mientras que los salarios se han mantenido prácticamente estancados. Esto ha generado una situación en la que el costo de la vida supera con creces los ingresos de la mayoría de los cubanos. La unificación monetaria y cambiaria implementada en enero de 2021, que buscaba simplificar el sistema económico, ha tenido efectos adversos, contribuyendo a la inflación y al desabastecimiento.