Solo podrá estar su madre y será grabado: así será el juicio de Sulmira Martínez

Su madre, Norma Pérez, recibió la noticia de que su hija será juzgada la semana próxima, en un tribunal de La Habana, con una petición fiscal de diez años de cárcel por sus publicaciones en redes sociales

Solo podrá estar su madre y será grabado: así será el juicio de Sulmira Martínez
Sulmira Martínez Pérez será juzgada luego de más de un año de estar bajo arresto.

Solo su madre podrá asistir al juicio de la joven cubana Sulmira Martínez Pérez, conocida en redes sociales como Salem, que será el próximo 12 de agosto, confirmó la periodista Mónica Baró este jueves.

Además, el proceso legal, que tendrá lugar a las 8 a.m. en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, en La Habana, será grabado por el régimen.

La joven será juzgada finalmente luego de más de un año de su arresto.

Su madre, Norma Pérez, recibió la noticia de que su hija será juzgada la semana próxima, con una petición fiscal de diez años de cárcel por publicaciones en redes sociales.

Los delitos que se le imputan son desacato y actos contra el orden constitucional. 

"No ha habido justicia para Sulmira nunca y no habrá justicia para ella el próximo 12 de agosto, en un sistema sin separación de poderes, donde los tribunales responden a la Seguridad del Estado", concluyó Baró en un post del 7 de agosto.

La joven, de 22 años, fue arrestada el 10 de enero de 2023, después de instar a los ciudadanos a salir a las calles y repetir un levantamiento similar al del 11 de julio de 2021.

Además de la petición fiscal, que se conoció en junio pasado, se le aplicarán sanciones adicionales según los artículos 42.1, 52.1 y 59.1 del Código Penal, que incluyen la privación de derechos, el decomiso de bienes y la prohibición de salir del país.

Sulmira Martínez se encuentra recluida en la prisión de mujeres El Guatao, en la capital cubana.

En 2023 la joven fue expuesta en la televisión estatal cubana, donde se difundió una supuesta confesión autoinculpatoria grabada durante los más de 40 días que estuvo detenida en el cuartel general de la Seguridad del Estado de Villa Marista. Este tipo de confesiones forzadas son comunes en regímenes autoritarios y suelen ser criticadas por organismos de derechos humanos.