Sentencian a prisión domiciliaria a cinco de los médicos cubanos enjuiciados en Bayamo
El juicio por la muerte de un cubano tras una supuesta mala práctica médica ha levantado la indignación del gremio sanitario
El régimen castrista condenó a prisión domiciliaria a cinco de los médicos que fueron llevados a juicio por una supuesta mala práctica en el caso de la muerte de un cubano de 23 años que llegó al hospital de Bayamo tras un accidente de moto.
Según informaciones compartidas en Facebook por Katia Ramírez, familiar de uno de los implicados, la única que logró quedar absuelta fue la radióloga Elizabeth Silvera. “Mi sobrino un año de prisión domiciliaria, Yoandra un año y seis meses, Rafael y Henry dos años y Ristian tres. Todos en prisión domiciliaria y a disposición de la Dirección Provincial de Salud”.
La decisión ha desencadenado una ola de reacciones en la comunidad médica y entre el público general. El doctor exiliado Alexander Jesús Figueredo Izaguirre y el doctor Leandro Barbán expresaron su indignación y preocupación por lo que consideran un abuso y una injusticia flagrante contra los médicos que no tienen recursos para trabajar.
La usuaria Yanelis Milagro Pérez Rodríguez lamentó que en la Isla queden pocos doctores en los hospitales y las autoridades actúen de esta manera en contra de ellos. “Los médicos ahora prefieren trabajar en bicitaxi, a seguir siendo humillados con el mísero salario que reciben y las exigencias que tienen, a pesar de no tener herramientas para hacer su trabajo”.
El régimen pretende culpar a los médicos de su incompetencia de proveer de todo lo necesario para la atención a los pacientes en los hospitales públicos. Las denuncias por negligencia médica en Cuba son algo comunes; sin embargo, como el régimen castrista controla la justicia, rara vez llegan a instancias penales. En este caso, como la víctima de la supuesta mala praxis es familia de altos cargos del Partido Comunista en la provincia de Granma, el expediente judicial prosperó y la fiscalía tomo un papel activo en la condena.
La situación de los médicos condenados ilustra un dilema ético y legal profundo. Al enfrentarse a la falta de recursos adecuados, optaron por atender al paciente con lo que tenían a mano, una decisión que, aunque en línea con el juramento hipocrático, fue considerada imprudente por el sistema judicial. Según testimonios de los propios galenos, en el proceso nunca escucharon declaraciones de médicos que evidenciaran que el protocolo seguido el fatídico día fue el correcto bajo las condiciones específicas.
De acuerdo con Katia Ramírez, la decisión de los médicos es apelar la sentencia. “Ahora bien: Ingris Porto Mateo, Dumar Rosales y Osaris Perdomo espero que nunca más puedan ni siquiera conciliar el sueño al igual que el resto de los responsables y seguiremos luchando y apelando a las instancias que sean necesario”, explicó.
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