Presa política Lizandra Góngora inicia huelga de hambre tras ser golpeada por la jefa del penal
La opositora recibió una golpiza después de exigir la llamada semanal con su familia que le correspondía el pasado sábado, denunció su esposo
Este sábado 14 de octubre en la prisión Los Colonos, en la Isla de la Juventud, la presa política cubana Lizandra Góngora habría sido golpeada después de protestar porque, según le dijo otra reclusa al esposo de la opositora Ángel Delgado, le negaron una llamada telefónica con sus hijos. Ángel Delgado hizo la denuncia a Martí Noticias.
El esposo de Lizandra explicó que a ella le corresponde una llamada telefónica familiar una vez a la semana, los sábados a las 10:30 de la mañana. Según relató, cuando Lizandra vio a las reclusas llamando, se acercó a la jefa del centro penitenciario y le preguntó: “Ven acá, ¿y mi teléfono para cuándo es?”.
La oficial le respondió: “Tú hoy no tienes teléfono”. Por lo que Góngora reaccionó diciendo: “¿Cómo que yo no voy a tener teléfono hoy, si tú me cambiaste a mí del lunes para el sábado para hablar yo con mis hijos?”. Delgado señaló que la oficial, tras esta confrontación, que fue en presencia de las otras reclusas, “viró para atrás, con otra presa, la ‘manoteó’ y entonces, la otra presa le fue arriba. Las dos le fueron arriba y le dieron golpes a Lizandra”. Por una llamada de otra reclusa, “que se lleva bien con Lizandra”, Ángel Delgado supo que la opositora, miembro del Partido Republicano de Cuba, está plantada.
Góngora “está plantada, ella no quiere comer, no quiere salir de la cama (…) dice que ella estaba temblando arriba de la cama y, como ella vio todo, pues me lo dijo”, relató Delgado.
Lizandra Góngora, de 37 años, fue sentenciada a 14 años de cárcel por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021 (11J) en Güira de Melena. Al condenarla el régimen la acusó de haber atacado una tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC), aunque las imágenes solo la muestran en las afueras del centro. Lo que sí hizo Góngora fue salir a pedir el cese de la dictadura en Cuba, como había hecho periódicamente en sus directas antes de lanzarse a la calle. Desde que fue detenida por el 11J, la activista se ha mantenido denunciando todo lo que ocurre en prisión. En abril pasado fue trasladada de la cárcel Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao, en La Habana, a Los Colonos, en la Isla de la Juventud, adonde su familia le es muy difícil acceder.
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