Once cubanas víctimas de tráfico de personas son rescatadas en Surinam

Unas 11 migrantes cubanas y dos venezolanas fueron rescatadas de las garras de una red de abuso en Surinam. Esta operación fue llevada a cabo por la Unidad de Trata de Personas (TIP), la inteligencia de la estructura de Combate al Crimen Grave (BZC) y la Región Oeste de Surinam.

La pesadilla comenzó cuando una ciudadana extranjera se acercó a la Unidad de Motociclistas en Paramaribo. La mujer contó que había logrado escapar de un bar donde estaba siendo sometida a trabajo sexual. Esta revelación desató una intensa investigación que condujo a los agentes del TIP hasta un local en el distrito Nickerie, donde encontraron a las víctimas.

Las afectadas habían sido engañadas y atraídas al país por el dueño del club, solo para verse obligadas a pagar sus deudas por medio del abuso, además de cubrir los costos de su alojamiento, informó Caribbean National Weekly.

La operación culminó con la detención de cinco personas sospechosas, entre ellas tres mujeres de ascendencia cubana, un ciudadano surinamés y su pareja de origen venezolano. Hasta el momento se desconoce la identidad de las rescatadas en dicho operativo.

Este desgarrador episodio pone de manifiesto la difícil situación que enfrentan los migrantes cubanos en medio de la profunda crisis económica, sanitaria y alimentaria que atraviesa la Isla.

Mujeres procedentes de la Mayor de las Antillas se convierten en víctimas de la trata de personas, y ven vulnerados sus derechos más fundamentales en su búsqueda de una vida mejor en el extranjero.

Este rescate no solo ilustra la importancia de la lucha contra el tráfico humano, sino también la urgencia de abordar las causas subyacentes que impulsan a los cubanos a emigrar en busca de un futuro más seguro y prometedor.

Cabe recordar, que el pasado mes de abril, el gobierno de Surinam cerró el libre tránsito a los cubanos al exigir visados de turismo para los nacionales de la Isla a partir del primero de mayo.

De acuerdo con las autoridades, los ciudadanos que disfrutaban de estos beneficios estaban abusando de la exención de visado para actividades ilícitas como el tráfico ilegal de personas, además de que convirtieron al país ubicado en Sudamérica como un puente para trasladarse a otras naciones.

La medida también se aplicó a ciudadanos de República Dominicana, Venezuela, India, Nepal, Pakistán, Bangladesh, Kenia, Ghana, Somalia, Camerún, Etiopía y Siria. El visado continuó siendo libre para gente procedente de China, Marruecos, Rumana y Colombia.