Ministro de Agricultura justifica el hambre en Cuba por el alza de los precios en el mercado internacional
Cuba solo ha podido adquirir el 4% de los fertilizantes, el 20% del alimento animal y el 40% del diésel que es necesario para realizar las labores agrícolas
El ministro de Agricultura de Cuba, Ydael Jesús Pérez Brito, compareció el jueves en el programa Mesa Redonda para ofrecer una serie de datos desoladores sobre la producción de importantes rubros agropecuarios, que provocan la actual crisis alimentaria en Cuba. Como justificación, el dirigente alegó la imposibilidad de comprar comida animal y fertilizantes a altos precios en el mercado internacional, con lo cual se produce un descenso productivo.
Pérez Brito subrayó que productos esenciales para la agricultura como el maíz para alimentación animal, la harina de soya, el fosfato monocálcico y la metionina han experimentado aumentos de precio del 167%, 151%, 258% y 162%, respectivamente. Además, los fertilizantes y productos químicos, cruciales para la producción, han visto un incremento de hasta el 300% en sus costos actuales con respecto al 2019, año previo a la pandemia de coronavirus.
Con ese panorama de altos precios y falta de disponibilidad de divisas en el actual año, Cuba solo ha podido adquirir el 4% de los fertilizantes, el 20% del alimento animal y el 40% del diésel que es necesario para realizar las labores agrícolas. “No hemos logrado obtener financiamiento para la compra de insumos básicos, afectando directamente al productor”, afirmó el ministro.
Adicionalmente, se quejó de que solo el 15% de la población cubana reside en áreas rurales, y de ellos solo una parte se encarga de las tareas de producción agropecuaria. Tal proporción es otro elemento desfavorable, sobre todo en los campos cubanos, donde no hay tecnología y se requiere, por tanto, una mano de obra más intensiva para la producción.
Dichas vicisitudes repercuten en la producción. Por ejemplo, se observa una drástica reducción en la producción de carne de cerdo, de 199.700 toneladas en 2017 a solo 16.500 toneladas en 2022. Es decir, en solo cinco años se produce solo el 8% de la carne de cerdo. Este descenso se atribuye a la disminución de alimentos para cerdos y a la reducción del número de reproductoras.
Desde 2018 hasta la fecha, el Ministerio de la Agricultura solo ha sido capaz de entregar el 14% de los planes de alimento animal para el programa porcino. Los cerdos han sido sacrificados antes de que mueran de hambre: de 96.200 reproductoras en 2018, solo quedan 35.892, según el censo.
Por su parte, otros productos como el arroz presentan un decrecimiento de hasta un 10%. En el caso del frijol, “se llegaron a entregar para la canasta básica más de 50.000 toneladas”. No obstante, “a partir de la falta de insumos para combatir plagas y de otras naturales decrece la producción hasta un 9% de lo logrado en 2016, que fue el año de mayor producción”.
El maíz tiene una situación similar, aunque su base de comparación es hasta el 2016. El ministro dijo que “se produjeron más de 400.000 toneladas en 2016, pero por la falta de insumos ha decrecido la producción hasta un 30% de lo logrado entonces”.
El café también se resiente, pues de las 24.000 toneladas necesarias para completar el consumo interno por la libreta de racionamiento, solo se estiman lograr en 2023 unas 9.000 toneladas. Todos los cálculos de consumo que tiene el Estado comunista son basados en las cantidades que se racionalizan por la libreta de abastecimiento, por lo tanto, están alejados de la realidad al tener una demanda reprimida.
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