María Corina Machado arrasa en las primarias opositoras en Venezuela

Con una abultada ventaja del 93% en primeros resultados, la líder política se convierte en la rival de Nicolás Maduro para las presidencias de 2024.

María Corina Machado arrasa en las primarias opositoras en Venezuela

La líder política María Corina Machado se declaró ganadora de las primarias de la oposición, tras conocerse los primeros resultados que le daban una abultada ventaja del 93% con poco más de una cuarta parte de las actas escrutadas, para convertirse en la rival que enfrentará a Nicolás Maduro en las presidenciales de 2024, reportó la agencia AP.

Pasada la medianoche, el presidente la Comisión Nacional de Primarias, José María Casal, trasladó a la ciudadanía resultados preliminares de la votación con un 26,06% de las actas escrutadas. El conteo de 601.110 votos daba a la aspirante María Corina Machado, la favorita en las encuestas, un 93% del respaldo popular frente a los otros nueve candidatos opositores.

“Gracias Venezuela”, dijo la aspirante en su primer pronunciamiento tras escuchar el primer boletín de resultados. Valoró la participación de los venezolanos en las primarias, en todos los rincones del país y alrededor del mundo, “que han hecho posible esta gesta histórica”, recalcó Machado sobre una tarima levantada frente a su comando de campaña en el este de Caracas.

“Éste no es el final, pero éste sí es el principio del final”, dijo. “Lo que nos espera es un camino arduo, lo sabemos; todos tenemos clarísimo cuál es la naturaleza del régimen que enfrentamos”, añadió.

Carlos Prosperi sumaba en el primer boletín de resultados un 4,75% de los votos y Delsa Solórzano, en tercer lugar, un 0,77%.

Una hora antes de comunicar los datos preliminares, Casal había denunciado que el servidor de transmisión de datos había sufrido un presunto bloqueo, lo que justificaba el retraso en ofrecer resultados. Sin dar más detalles sobre el incidente, aseguró que se puso en marcha un mecanismo de contingencia que tenía previsto la comisión “consciente del entorno en que se realiza el proceso”, en alusión a las dificultades que han enfrentado para organizar las internas opositoras.

Los venezolanos acudieron a las urnas en una larga jornada de votación bajo un sol inclemente a primeras horas y fuertes lluvias al final de la tarde, que se sintió a la par ilusionante y determinante para el futuro del país entre los críticos del oficialismo, que quieren un cambio de rumbo.

Pasadas las 4:00PM, algunos centros de votación habían cerrado ya, pero en otros seguían llegando votantes.

Las urnas se abrieron para 20 millones de votantes. Fueron dispuestos 3.100 centros de votación y 5.134 mesas. Adicionalmente 397.168 venezolanos residentes en el extranjero podrán votar en 80 ciudades de 30 países.

Es la segunda vez que la oposición hace un intento de ponerse de acuerdo para presentar un candidato unitario de cara a elecciones presidenciales. En contraste con la anterior elección primaria de 2012, la actual contó con menos recursos financieros, pero igual se las arreglaron para mostrar fortalezas en la organización e hicieron gala de un espíritu de cuerpo más patente.

Los adversarios de Nicolás Maduro dejaron de lado sus divisiones con la idea de ofrecer una alternativa de gobierno, por primera vez en 25 años, ajena a la “Revolución bolivariana”, como llaman al proyecto de tendencia socialista que promovió el ahora fallecido presidente Hugo Chávez.

Los organizadores de las primarias reportaron algunos incidentes en un balance de la jornada, un par de ellos en Caracas. Se denunció el robó de material electoral en San Juan, un sector pobre del oeste de la capital, que fue repuesto poco después, entre otras incidencias aisladas, declaró Guillermo Tell Aveledo, enlace de la Comisión de Primarias en Caracas.

La jornada arrancó además con algunos tropiezos que se fueron solucionando, como la ausencia de algunos miembros de mesa y la tardanza en el arribo del material electoral. Finalmente, se procedió a instalar los centros de votación. Algunos de ellos se coloraron bajo cubiertas de tela en plazas y calles cercanas a escuelas públicas —que tradicionalmente funcionan como centros de votación—, que para estas primarias no estuvieron a disposición de los organizadores.

Fueron muchos los que “creían que esto era imposible y hemos superado todos los obstáculos, sorteando las trabas y aquí estamos”, subrayó Machado, que fue recibida con vítores por cientos de personas que hacían fila para votar y que le abrieron paso al grito de “¡presidente!”.

A diferencia de lo acostumbrado desde hace casi dos décadas, el proceso y el conteo de votos fue íntegramente manual.

Se usaron boletas de papel e instalaron centros de votación en iglesias, escuelas privadas y viviendas, entre otras instalaciones, cuyo uso no dependía de la autorización del gobierno.

Varios líderes opositores veían con recelo la participación de la autoridad electoral. El Consejo Nacional Electoral, integrado por más de dos décadas por una mayoría oficialista, es acusado por la oposición de ser proclive al gobierno y fijar las fechas y las condiciones de los comicios según la conveniencia de éste.

Las primarias se realizan menos de una semana después del reinicio de los diálogos entre una parte de la oposición —representada por la Plataforma Unitaria Democrática— y delegados del gobierno, con miras a garantizar que en los comicios presidenciales participen todas las partes y se fije una hoja de ruta con garantías electorales para todos. Las conversaciones se reanudaron en la isla de Barbados, luego de un año de haber estado suspendidas.

Como consecuencia de la reanudación del diálogo, Estados Unidos comunicó el miércoles que levantaba temporalmente —por seis meses— algunas de las sanciones económicas impuestas a Venezuela en materia de petróleo, gas y oro. Autoridades estadounidenses han dicho que, si el Gobierno de Maduro no cumple lo acordado con la oposición, se retirará el alivio de las sanciones.

Pese a esos acercamientos, pesan aún sobre varios de los líderes opositores más populares, entre ellos Machado, inhabilitaciones a ejercer cargo público que dejan en incógnita el futuro político de quien salga como candidato unitario.