La Aduana de Cuba niega la entrada a turistas taiwaneses por motivos políticos
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán alertó a sus ciudadanos sobre riesgos de viajar a la nación caribeña
La Aduana General de Cuba negó la entrada al país de una familia oriunda de Taiwán con residencia permanente en Canadá. Los asiáticos tenían como plan disfrutar de unas vacaciones, pero por motivos políticos fueron rechazados y deportados.
Según CNN, los cinco integrantes de la familia Yen tenían visas válidas y pasaportes en regla cuando llegaron a la Isla, provenientes de Montreal. Al iniciar el proceso para ingresar se llevaron un trato intolerante por parte de las autoridades comunistas.
Danny Yen, uno de los afectados, declaró que los funcionarios prohibieron la entrada a tres de los viajeros, quienes fueron víctimas de una retención de diez horas y posteriormente los deportaron a Canadá.
Para el entrevistado resultó extraña dicha restricción, debido a que amigos suyos habían visitado la nación caribeña a principios de año con pasaportes emitidos por Taiwán y no tuvieron problemas para ingresar.
Según las declaraciones de Yen, un funcionario de la Aduana argumentó que la prohibición estuvo motivada por el hecho de que La Habana no reconoce a Taiwán como un país independiente de la República Popular China.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán precisó al canal estadounidense que contar con un pasaporte válido para al menos seis meses y una tarjeta de turista debieron haber sido suficientes para permitir la entrada de ciudadanos taiwaneses a Cuba. Ante este problema, la dependencia aseguró el inicio de una investigación sobre este caso por parte de su consulado en Colombia, ya que no tiene uno en la Mayor de las Antillas.
El Ministerio también emitió una alerta naranja de viajes a Cuba, la segunda más alta de sus cuatro niveles de seguridad, que indica la recomendación de no viajar si no es necesario. Esto puede costarle al país antillano la pérdida de un mercado turístico de más de 23 millones de personas.
El año pasado, Cuba reafirmó su respaldo incondicional al principio de “una sola China”, cuando ocurría en Taiwán la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
El canciller Bruno Rodríguez manifestó su preocupación por el agravamiento de la situación y expresó su firme oposición a las acciones que pudieran comprometer la integridad territorial y la soberanía de la República Popular China.
El gobierno cubano señaló que la tensión existente era “un resultado directo de la política agresiva de EEUU y la alta presencia militar de este país y sus aliados en el Estrecho de Taiwán”.
Rodríguez también argumentó que el empeoramiento de la situación se debía a los contactos militares y las ventas sistemáticas de armas, acciones que, según Cuba, socavaban la paz y la seguridad tanto a nivel regional como internacional.
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