Juicio por espionaje contra Víctor Rocha se pospone hasta el 2024
El juez aceptó una segunda petición de atrasar la audiencia por parte de la defensa
El ex diplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha, acusado de espiar para el régimen cubano durante cuatro décadas, evitó comparecer ante un juez este 12 de diciembre para la lectura de los 15 cargos criminales de los que se le acusa. El juez del proceso Edwin Torres aceptó una segunda petición de retraso de acciones por parte de la abogada defensora Jacqueline Arango.
Según el Nuevo Herald, la nueva fecha quedó fijada para el 12 de enero de 2024. Para ese momento el acusado deberá presentarse en la corte de Miami o haber alcanzado un acuerdo con la fiscalía, que según analistas incluiría la aceptación de culpabilidad y compromiso de colaborar con el FBI para dar con otros agentes de inteligencia cubana que pudieran estar operando en territorio estadounidense.
Rocha, colombiano de 73 años y ciudadano estadounidense desde 1978, se enfrenta a un total de 15 cargos por seis delitos distintos. Estos incluyen actuar como presunto agente ilegal del Gobierno cubano y conspirar para espiar y defraudar a Estados Unidos. Además de cargos por fraude electrónico, declaraciones falsas en solicitudes de pasaporte y uso de pasaporte obtenido fraudulentamente. De ser hallado culpable, podría enfrentarse a una condena de hasta 60 años, lo cual significaría asegurar su muerte tras las rejas.
Rocha fue detenido en Miami el 1 de diciembre de 2023, tras caer en una trama que el FBI tejió con otro agente que se hizo pasar por un contacto de la inteligencia cubana y grabó las conversiones que tuvo con Roche mientras tomaba un café al cual acceso previa comunicación por Whastapp.
En las grabaciones se escucha decir a Rocha que todavía, y tras más de cuatro décadas de espionaje, tiene interés en “fortalecer la revolución” y seguir espiando para el castrismo. Además, se refirió frecuentemente a Estados Unidos como “el enemigo”.
Este caso destapa una presunta red de espionaje en el corazón de la diplomacia estadounidense y las implicaciones de los secretos compartidos por Rocha pueden ser de proporciones épicas dado el tiempo y el nivel de acceso a información clasificada con la que se relacionó.
Durante su extensa carrera, Rocha ocupó cargos significativos, incluyendo embajador en Argentina, Bolivia y en la oficina de intereses de EEUU en Cuba. También fue asesor del Comando Sur.
Ahora se plantean serias preguntas sobre los protocolos de seguridad y el monitoreo de diplomáticos en posiciones sensibles. La revelación de Rocha como presunto espía de larga data para Cuba ha enviado ondas de choque a través de la comunidad internacional, y podría tener repercusiones duraderas en cómo se manejan los asuntos de seguridad y espionaje en el futuro.
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