El Patrón, la hacienda donde Sandro Castro y otros privilegiados vacacionan
Sandro Castro, el más célebre de los nietos de Fidel, ha vuelto a mostrar la vida de lujos que se puede costear: ahora en la exclusiva hacienda El Patrón
En 2019 prácticamente no había gasolina en Cuba, pero Sandro Castro subió a Instagram una foto del tanque de su auto lleno. En 2021, el nieto del fallecido dictador fue visto en un concierto en Cárdenas, provincia de Matanzas, sin mascarilla ni distancia social. Por tal conducta miles de cubanos fueron multados, acusados de “propagación de epidemias”, pero él estaba por encima de eso.
También en ese año,poco antes de las protestas que sacudieron a toda Cuba, el joven se filmó manejando un Mercedes Benz a exceso de velocidad. “Un juguetico” que estaba probando, dijo.
En noviembre de 2023, hace apenas unos días, se anunció que un cuarto del país no tenía electricidad; mientras, Sandro estaba descansando en una hermosa finca.
Sandro Castro, el más célebre de los nietos de Fidel por sus escándalos en redes sociales, ha vuelto a mostrar la vida de lujos que se puede costear. Como ya ha exhibido anteriormente, la burbuja que lo separa de la mayoría de los cubanos dota al muchacho de privilegios impensables para las multitudes.
Esta vez el nieto del exmandatario visitó junto a su novia una hacienda, ubicada en las afueras de la capital. Sandro, en su perfil de Instagram, replicó las fotos publicadas por su pareja, Laura Daniela Álvarez, en la red social. En las imágenes se les ve, junto a otras dos personas, disfrutando de un lugar rodeado de naturaleza y bebidas.
En una de las imágenes, Castro cierra los ojos mientras Laura lo besa en el rostro. Ambos están sentadas en un amplio sofá, con jardines muy cuidados en el fondo, y sobre la mesa puede verse un vaso del que beben y un moderno iPhone.
El lugar que etiquetan como ubicación es la hacienda El Patrón, a donde se llega por el Camino San Gabriel, en el municipio Habana del Este. Pero Sandro no es el único cliente privilegiado que recibe la finca. En El Patrón ha sido fotografiado también Dionisio Arranz, empresario vinculado al turismo de lujo en Cuba.
Estas tierras que ocupa el emprendimiento, al menos en apariencia, son administradas por un joven cubano, Carlos Milán.
Hacienda El Patrón, glamping para los nuevos ricos
En agosto de 2020, la hacienda El Patrón hizo su primera publicación en Instagram, una red social que desde entonces se ha mantenido actualizando de modo constante y con imágenes que, por su calidad, parecen captadas por lentes profesionales.
Quienes están detrás del negocio saben que en estos tiempos la publicidad en el espacio virtual es indispensable para convertirse en un lugar de moda, y por tanto tener demanda. Quizá por eso acuden a modelos e influencers para que publiciten a El Patrón, se tomen fotos en la finca e inviten a sus miles de seguidores.
A juzgar por las instantáneas del negocio, quien acuda pisará una especie de paraíso con una presa convertida en lago, donde se puede nadar o practicar deportes acuáticos. Hay también pequeños depósitos de agua donde flotan ocas, paseos a caballo, árboles frutales, animales de granja, hamacas entre las palmas y muebles blancos e impolutos. A juzgar por las instantáneas del negocio, quien acuda pisará una especie de paraíso con una presa convertida en lago, donde se puede nadar o practicar deportes acuáticos. Hay también pequeños depósitos de agua donde flotan ocas, paseos a caballo, árboles frutales, animales de granja, hamacas entre las palmas y muebles blancos e impolutos.
Ciertamente es un lugar hermoso, y a todas luces pensado para el turismo. De hecho, sus dueños no lo ocultan. Los precios en los que cotizan los servicios aparecen en dólares.
Por ejemplo, para quien desee comer, como Sandro y su pareja, el precio es 40 USD por persona, según confirmó CubaNet con el número de contacto de la hacienda. Ahora bien, si prefiere un pasadía, el costo sube a 100 USD. Esto incluye un cóctel de bienvenida, recorrido por las instalaciones, almuerzo y uso de los equipos náuticos.
Para terminar la jornada, se oferta una zona de hospedaje en formato de glamping (glamour + camping). Estamos hablando de una carpa espaciosa en cuyo interior se dispone de cama, cojines, tina, champán y un ventilador. Afuera hay acceso a un jacuzzi.
El precio por noche para el glamping es de 200 USD por pareja, confirmó este medio directamente con la hacienda. Se puede pagar desde el exterior por transacción o desde Cuba en euros, dólares o pesos cubanos (según el cambio del día en el mercado informal).
Evidentemente, es un negocio para huéspedes con bolsillos llenos; sin embargo, en las declaraciones que ha dado a la prensa Roberto Carlos Chamizo (Carlos Milán en sus redes sociales y entrevistas), quien se presenta como el dueño de la hacienda, se describe otro panorama.
Roberto Carlos no menciona sus fines turísticos. Al contrario, presenta a El Patrón únicamente como una especie de proyecto de desarrollo local para suministrar alimentos orgánicos al necesitado pueblo cubano. Quien lee las declaraciones del joven pensaría que tiene un organopónico local; pero Sandro no fue a descansar a un huerto.
En una misma nota publicitaria, difundida en varios medios internacionales, Chamizo contó que después de vivir en el extranjero regresó a Cuba durante la pandemia. El joven, pese al colapso sanitario que vivió el país, cuando escasearon medicinas básicas y murieron pacientes por falta de oxígeno, aseguró que confiaba más en el sistema de salud cubano y que por eso retornó del primer mundo.
En ese entonces, relata, adquirió las tierras donde hoy se ubica la finca y comenzó a cultivar los terrenos. Cuenta que inició sembrando boniato y habichuelas.
“Carlos impulsó esta hacienda con el objetivo de llevar comida para sus hermanos cubanos. La pandemia causó estragos que provocaron desabasto y era necesario actuar para dar un poco de alivio a las familias”, sentencia la citada nota, cuyo título es “Carlos Milán y su hacienda agroecológica para ayudar a los demás”.
Sobre el glamour de la hacienda El Patrón, sus costos en divisa y el uso de influencers como estrategia de marketing, el joven empresario no dijo ni una palabra.
Carlos “Milán” se graduó de Contabilidad y Finanzas en la Universidad de La Habana en 2011. Posteriormente, emigró a Italia, donde vivió hasta moverse a otros países, entre ellos Dubai.
El joven empresario es también conocido por su cercana relación con la influencer, modelo y diseñadora cubana Mily Alemán (a quien presenta como su “hermana” en redes). A ambos los une una relación de amistad de, al menos, 10 años, según pudimos confirmar por el historial público de sus fotos.
Sin embargo, contactada por CubaNet, Alemán, pareja del director de la agrupación Gente de Zona, Alexander Delgado, aseguró no tener nada que ver con el negocio de Carlos, pero no respondió las demás interrogantes.
Otros huéspedes ilustres
Si bien son los rostros y cuerpos de modelos los que destacan en la mayoría de las imágenes de la cuenta de Instagram de la hacienda, también aparecen dos fotos de una pareja “común”. Estos podrían pasar inadvertidos si no se tratara de Dionisio Arranz Bustelo y su esposa, Nathalie Capote.
Dionisio, graduado de Economía, es hijo de un antiguo funcionario del Ministerio de Comercio Exterior. Según informes desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, Dionisio Arranz Tremols (el padre) fue director de Cubametales en la década de 1970. Estos reportes también lo sitúan en Reino Unido cumpliendo funciones para el régimen cubano asociadas al mencionado ministerio.
Sin embargo, el Dionisio que visita la hacienda El Patrón no solo destaca por ser hijo de quien es, sino también por tener varias empresas registradas en España, enfocadas en el turismo y servicios en Cuba.
CubaNet rastreó su nombre hasta en cuatro sociedades de este tipo asentadas en el país ibérico desde los años 90. Según los registros consultados, dos de estas empresas (Asesoramiento y Representaciones Turísticas y Stage Servicios Turísticos) tuvieron ventas ―al menos las reportadas― sobre los tres millones de euros.
Mientras que la tercera, Trisub, aunque dejó de declarar en España en 2009, se mantiene activa y se presenta en su web como una empresa belga-española “especializada en los servicios de tierra en Cuba”. En su página se pueden reservar paquetes de turismo que incluyen desde las típicas experiencias de playa y tours por La Habana Vieja hasta la gestión y organizaciones de eventos en la Isla.
Realmente, Dionisio no oculta que esté al frente de esta compañía. Arranz no solo figura como administrador de este empresa ante los registros españoles, también en su muro de Facebook declara que trabaja para Trisub y su correo aparece como contacto en la web oficial. Trisub, por su parte, tiene su oficina en La Habana, exactamente en el bungalow 727, del estatal Hotel Comodoro en Miramar.
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