EEUU califica de 'absurdas' las acusaciones de que estaría tramando violencia en Cuba
Washington dice que la recién publicada lista negra del régimen y sus acusaciones son un 'esfuerzo por menospreciar a sus propios ciudadanos en el extranjero'.
El Departamento de Estado de Estados Unidos negó el martes que estuviera planeando ataques violentos en Cuba, un día después de que el régimen acusara a Washington de estar tratando de fomentar disturbios antes del Año Nuevo.
El Ministerio del Interior (MININT) advirtió este lunes en redes sociales sobre supuestos “planes del Departamento de Estado y de la comunidad de inteligencia para incrementar los ataques subversivos y violentos en Cuba con el fin de generar un estallido social antes de que finalice 2023”, un pronunciamiento amplificado por la maquinaria propagandística del Partido Comunista.
Un funcionario del Departamento de Estado rechazó la idea en declaraciones a Reuters: “Las acusaciones de que Estados Unidos está alentando acciones violentas contra el Gobierno cubano son absurdas”, respondió en un correo electrónico enviado a la agencia británica.
El Gobierno cubano no proporcionó ninguna evidencia concreta de sus afirmaciones de un complot estadounidense, más allá de los testimonios arrancados por la Seguridad del Estado a presuntos implicados en algunos hechos y expuestos en la televisión.
El régimen cubano publicó la semana pasada una lista de más de 80 ciudadanos extranjeros y entidades a los que acusa de terrorismo, entre ellos artistas e influencers opositores que residen en Estados Unidos.
El sábado, a través del programa oficial Razones de Cuba, las autoridades dijeron que habían frustrado un presunto complot terrorista urdido en el sur de la Florida. Mencionaron a un hombre armado que, según la versión oficial llegó a suelo cubano desde Estados Unidos en una moto acuática.
El funcionario del Departamento de Estado calificó la lista y las acusaciones del Gobierno cubano como un esfuerzo por menospreciar a sus propios ciudadanos en el extranjero.
“Estas acusaciones más recientes son la última iteración de los esfuerzos de las autoridades cubanas para menospreciar a los emigrantes que ejercen su libertad de expresión, incluida la crítica del pésimo historial de derechos humanos de Cuba y la implacable represión”, dijo el funcionario.
El intercambio subraya la gélida relación entre La Habana y Washington, que apenas ha mejorado desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo en 2021.
El año pasado, Biden revirtió parcialmente algunas restricciones de la era Trump sobre las remesas y los viajes a Cuba, pero no ha cedido en la decisión de Trump de designar al Gobierno como estado patrocinador del terrorismo, cargando al país con nuevas y severas sanciones.
Un informe reciente del Gobierno de Estados Unidos dijo que La Habana también “otorga refugio seguro a los terroristas”, cargos que el régimen niega.
Figuras de la oposición de dentro y fuera de la Isla consultadas por DIARIO DE CUBA consideraron que la publicación de la lista de organizaciones y de ciudadanos cubanos bajo investigación del régimen por presuntos actos terroristas es una acción-reacción de La Habana a su inclusión en la lista negra de EEUU.
En palabras del historiador Manuel Cuesta Morúa, fundador del grupo opositor Arco Progresista, “es curioso y contradictorio que en Cuba se haya dado refugio a miembros de ETA de España y estadounidenses que mataron policías, es decir a ciudadanos que cometieron actos claramente definidos como terroristas, y que se incluya en una lista a personas que solo se encaraman a plataformas digitales para expresar sus opiniones”.
“El propósito de esta lista nacional es el de acción bilateral simétrica con EEUU. Este incluye al Gobierno cubano en su lista de estados patrocinadores del terrorismo, y el Gobierno cubano hace lo mismo con ciudadanos cubanos residentes en ese país. Un intento de compensación política peligroso porque es extraterritorial (considera como delitos actos que no son concebidos como tales en ningún país) y amenaza la estabilidad de ciudadanos que, nos enteramos ahora, están siendo buscados y eventualmente perseguidos por las autoridades cubanas”, dijo Cuesta Morúa.
Esta misma semana la Fiscalía pidió 30, 25 y 20 años de privación de libertad para tres ciudadanos cubanos sometidos a juicio público ejemplarizante y acusados de lanzar cocteles molotov y colocar carteles contra el régimen en entidades estatales.
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