Datos oficiales demuestran el declive en la producción agropecuaria en Cuba

La producción de leche en 2022 fue 37% menor que en el peor año del Periodo Especial (1993)

Datos oficiales demuestran el declive en la producción agropecuaria en Cuba

La producción agropecuaria de Cuba experimentó un profundo declive durante el 2022, según se confirma en los datos oficiales publicados en el Anuario Estadístico de Cuba, dado a conocer hace algunas horas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).

El economista cubano Pedro Monreal, se adentró en el informe y resaltó algunas conclusiones preliminares, como el marcado descenso en la producción de rubros de extrema importancia para la seguridad alimentaria del país, como el arroz, el maíz y las hortalizas. En todos los casos, las disminuciones superan el 16%, lo cual unido a menores importaciones por falta de liquidez explica la crisis alimentaria que vive el país.

Desde su perfil en Twitter, el catedrático advierte que el único renglón que creció en 2022 fue el frijol, con un alza del 20.04% con relación a 2021. Sin embargo, al compararlo con la etapa prepandemia, es decir, al 2019, las toneladas contabilizadas fueron solo el 54%. Otros elementos como el cítrico, que solía exportarse para generar divisas, prácticamente ha visto “evaporarse” su producción.

Sobre el caso de la reducción de la oferta total de leche debido a las menores importaciones no es una fatalidad, sino el resultado de una crisis interna de larga data. Por ejemplo, en 2022, la producción nacional de leche fresca fue 37% menor que la producida en el peor año del ‘período especial’ (1993). Luego hubo un rápido aumento del peso relativo del sector estatal, la mayoría constituido por pequeños productores con muchas limitaciones, apunta el catedrático.

Monreal explica que la situación agropecuaria ha empeorado en la última década, siendo la producción de siete alimentos esenciales actualmente inferior a los niveles de hace diez años. Cabe destacar que esta tendencia ya se observaba antes de la pandemia, y las políticas agropecuarias actuales no han conseguido cambiar el rumbo.

Hace apenas dos años el Partido Comunista implementó las famosas 63 medidas para “impulsar el sector agropecuario” calificándolas de “transformadoras y diferentes”; sin embargo, los resultados son pésimos y han demostrado que el sector no se puede dirigir con burocracia y centralismo, también explica que “las causas de la inseguridad alimentaria en Cuba son múltiples, pero el relato oficial privilegia lo circunstancial (pandemia, sequía, perturbaciones en cadenas productivas) y lo geopolítico (acciones de EEUU, guerra en Ucrania), minusvalorando los factores internos”.

Para esconder el fracaso, hecho público con datos duros, el régimen acude a la semántica para “infravalorar” las causas internas. En ese sentido, el economista advierte el uso de “escamoteo de datos y la presentación fragmentada de cifras, así como el uso de un vocabulario nebuloso (‘no andan bien’, ‘limitaciones financieras y otros factores’, ‘han cogido un camino distorsionado’, etc.)”.