Cuba tiene el déficit presupuestario más grande del mundo

El gobierno gasta anualmente un 15% más de lo que ingresa, y no tiene respaldo productivo ni nadie que le compre bonos soberanos

Cuba tiene el déficit presupuestario más grande del mundo
Dinero Cubano

Cuba se enfrenta al déficit presupuestario más alto del mundo, según un análisis del economista Pedro Monreal a partir de cifras oficiales divulgadas por las autoridades comunistas en la Asamblea Nacional del Poder Popular. El déficit proyectado para 2024 alcanza el 15,4% del PIB, una cifra que supera a la de cualquier otro país y constituye un “colosal” lastre para la moribunda economía nacional.

Monreal señala que los incrementos tributarios han tenido un impacto limitado: “La dinámica de ingresos y gastos presupuestarios parece indicar el limitado impacto que han tenido los incrementos tributarios como % del PIB porque los gastos también aumentan y se mantiene alta la brecha. Es necesario un crecimiento mayor del PIB que no parece factible”.

El gráfico preparado por el economista ilustra que, en comparación con Cuba, los países con bajos ingresos tienen un promedio de déficit del 4,2%, mientras que los países con altos ingresos tienen un 4,4%. Incluso los países emergentes, como Ucrania, que enfrentan graves problemas económicos, tienen un déficit menor (13,7%).

El déficit presupuestario de un país es la diferencia negativa entre los ingresos y los gastos del gobierno en un período determinado, generalmente un año fiscal. Esto significa que el gobierno está gastando más dinero del que está recaudando a través de impuestos y otras fuentes de ingreso.

¿Por qué un elevado déficit presupuestario es un mal indicador económico?

  1. Sostenibilidad Fiscal: Un déficit presupuestario persistente puede llevar a niveles insostenibles de deuda pública. Si un país continuamente gasta más de lo que ingresa, tendrá que financiar ese déficit mediante la emisión de deuda, lo que aumenta la carga de intereses y puede llevar a una espiral de deuda.
  2. Inflación: Un déficit elevado puede ser financiado a través de la creación de dinero por parte del banco central, lo que puede generar inflación. La inflación reduce el poder adquisitivo de la moneda y puede desestabilizar la economía.
  3. Credibilidad y Confianza: Los inversores y los mercados internacionales pueden perder confianza en la capacidad de un país para gestionar sus finanzas públicas de manera responsable. Esto puede aumentar los costos de endeudamiento y reducir la inversión extranjera.
  4. Restricciones en el Gasto Futuro: Un déficit alto puede limitar la capacidad del gobierno para invertir en áreas importantes como infraestructura, educación y salud en el futuro, ya que una mayor parte del presupuesto tendrá que destinarse al servicio de la deuda.

¿Qué porcentaje del PIB como déficit presupuestario sería el correcto?

No hay un consenso único sobre cuál es el porcentaje “correcto” del déficit presupuestario con relación al PIB, pues esto puede variar dependiendo del contexto económico y fiscal de cada país. Sin embargo, hay algunas pautas generales:

  1. Déficit Moderado: Un déficit que oscile entre el 2% y el 3% del PIB se considera generalmente manejable y sostenible, siempre que la economía esté creciendo y la deuda pública no sea excesivamente alta.
  2. Déficit Alto: Un déficit superior al 3% del PIB puede ser preocupante, especialmente si se mantiene durante varios años consecutivos. Los países de la zona euro, por ejemplo, están sujetos a una regla que establece que sus déficits presupuestarios no deben superar el 3% del PIB.
  3. Déficit Muy Alto: Un déficit superior al 5% del PIB generalmente indica problemas fiscales significativos y puede llevar a una acumulación rápida de deuda pública.

En tiempos de crisis económica, los gobiernos pueden optar por déficits más altos para estimular la economía. Sin embargo, es crucial tener un plan para reducir el déficit una vez que la economía se recupere, asegurando la sostenibilidad fiscal a largo plazo.