Aruba Airlines suspende los vuelos Cuba-Nicaragua: Conviasa se queda sola con la ruta
Analistas predicen una rápida subida del precio del boleto y la posible incorporación de Cubana de Aviación a la ruta
La aerolínea Aruba Airlines, de capital venezolano, se sumó a la reciente ola de cancelaciones de vuelos chárteres entre Cuba y Nicaragua por temor a las sanciones anunciadas por el Departamento de Estado de EEUU que buscan disminuir el flujo migratorio irregular de cubanos.
De acuerdo con el periodista cubano de Telemundo, Alexis Boentes, las agencias de viaje que comercializan vuelos en la ruta operada por Aruba Airlines detuvieron las ventas, asegurando que solo volarán aquellas personas que ya habían comprado boletos.
Desde noviembre de 2021, la ruta aérea Cuba-Nicaragua ganó prominencia, especialmente después de que Nicaragua eliminara el requisito de visa para ciudadanos cubanos. Más de 300.000 cubanos han utilizado esta vía para ingresar irregularmente a Estados Unidos, muchos vendiendo sus propiedades y recibiendo ayuda económica de familiares en el exilio.
Hace una semana el gobierno estadounidense dijo que no daría visado a ejecutivos, administradores y personas vinculadas a la operación de vuelos chárteres entre Cuba y Managua. La advertencia ha surtido efecto y ya salieron del mercado las compañías dominicanas Air Century y Sky High, así como las mexicanas Viva Aerobús y Magnicharteres.
Sin embargo, la venezolana Conviasa, administrada por el gobierno de Nicolás Maduro, no ha dado indicios de abandonar el mercado. En ese sentido, analistas indican que ahora se pondrán mejores las condiciones para el único operador que queda. Al disminuir la oferta de vuelos y mantenerse constante la demanda de cubanos que quieren salir de la Isla, los precios de un boleto aéreos a Managua se dispararán.
También circula el rumor en redes sociales que Cubana de Aviación podría aprovecharse de la situación y abriría una ruta comercial entre La Habana y Managua con un avión ruso que recién llegó al país luego de estar sometido a un proceso de reparación en Moscú que duró cuatro años.
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