Alejandro Gil propone revivir la economía de Cuba con “más intervención del Estado”
Indicó la necesidad de que el Estado recupere la gestión de la divisa, en respuesta al flujo de dólares fuera del control de los bancos estatales
El viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, expuso las nuevas medidas económicas del Gobierno cubano, orientadas a “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”. Estas reformas, presentadas por el primer ministro Manuel Marrero, incluyen el incremento de precios en servicios esenciales, en respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos sobre su situación económica actual.
Gil Fernández citó al presidente Miguel Díaz-Canel, quien describió a Cuba en un “escenario de economía de guerra”, sin detallar cómo esto afecta a la población general y no a las inversiones en el sector turístico y hotelero. “Las presiones contra nuestra economía y pueblo son fuertes”, afirmó Gil Fernández, destacando la necesidad de reformar la libreta de racionamiento y de ajustar los subsidios y precios de alimentos, cuya importación ha incrementado considerablemente en costos desde 2019.
Entre los temas abordados, Gil Fernández mencionó el combustible y las tarifas de electricidad, las cuales se encarecerán hasta un 25% para grandes consumidores, con el objetivo de incentivar el ahorro energético. No obstante, no se proporcionaron detalles sobre el aumento del precio del gas licuado, que también afectará a la población.
El viceprimer ministro aseguró que las medidas no representan una cruzada contra las MIPYMES (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), sino que buscan introducir correcciones para mejorar su funcionamiento y el de la economía en general. Según Gil Fernández, estas reformas son el resultado de un amplio proceso de consulta y análisis, enfocadas en aumentar el papel del Estado como regulador económico y en fortalecer la empresa estatal socialista, negando cualquier tendencia hacia un ajuste neoliberal.
Las reformas también pretenden acelerar la recuperación económica, alcanzar una distribución más justa de la riqueza, incentivar la producción y el trabajo, y proteger a las capas más vulnerables de la población. Además, Gil Fernández indicó la necesidad de que el Estado recupere la gestión de la divisa, en respuesta al flujo de dólares fuera del control de los bancos estatales, principalmente procedentes de remesas y negocios no estatales.
En relación con las MIPYMES, el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, anunció la suspensión de los beneficios tributarios a estas empresas a partir de enero de 2024, lo que implicará que comiencen a pagar impuestos sobre ventas, servicios y utilidades. Esto, según Regueiro Ale, favorecerá el incremento de los ingresos presupuestarios. El Gobierno también incrementará el arancel a las importaciones de las MIPYMES y establecerá topes a los precios de ciertos productos que venden, como el pollo.
Gil Fernández concluyó afirmando que la implementación de las medidas comenzará el primero de enero, con detalles adicionales que se proporcionarán gradualmente.
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